En términos históricos, el cine ha estado relacionado con los fenómenos migratorios desde sus inicios, constituyéndose en la primera forma de entretenimiento audiovisual que trascendió barreras fronterizas e idiomáticas y se erigió en un medio de comunicación fundamentalmente móvil, tanto en términos de producción (desde los primeros operadores Lumière a las amplias capas de emigrantes trabajando en la industria de Hollywood, por ejemplo) como de consumo (con grandes conjuntos de desplazados y exiliados entre los asiduos a las primeras proyecciones cinematográficas en todo el mundo como forma de socialización por la vía del evento público) (Allen, Gomery, 1995). En general, y más allá de la atención a casos puntuales (la emigración masiva de directores y técnicos alemanes a Hollywood en el periodo de entreguerras, por ejemplo), no será hasta los años noventa del siglo pasado cuando los estudios fílmicos hagan hincapié en los fenómenos de la movilidad humana como algo fundamental para entender la historia del cine. En concreto, se trata de trabajos asociados al multiculturalismo y al postcolonialismo, en los que cobran singular relevancia los enfoques centrados en las experiencias exílicas, diaspóricas y migrantes (Shohat, Stam, 1994, 2003; Naficy, 1999, 2001). Estas investigaciones coinciden en el tiempo, no por casualidad, con el ascenso a la primera línea del cine profesional de sujetos que generan discursos fílmicos a partir de su condición migrante (o la de sus familias) en países con cinematografías tan consolidadas como Gran Bretaña, Francia, Alemania y Estados Unidos. Siembran, entre unos y otros, una serie de conceptos fundamentales para pensar el cine de movilidad con un claro componente político, tanto en términos del acceso a las representaciones de los migrantes, como a nivel del potencial desarrollo de unos modos de producción y circulación alternativos que desestabilicen la hegemonía mediática de Hollywood y los grandes grupos de comunicación (Iordanova, Martin-Jones,Vidal, 2010).
Tal vez el puntal más interesante de estas nuevas investigaciones tiene que ver con un paso adelante por parte de los investigadores en términos de la imbricación y transferencia del conocimiento a la esfera social. Dicho de otro modo, acuciados por el eminente filo social de las investigaciones sobre procesos migratorios, exiliados y refugiados, los estudios fílmicos sobre cine de movilidad abogan a partir de cierto momento por una intervención crítica en el espacio público. Esta intervención se sostiene a partir de la generación de un «archivo vivo» sobre imágenes y sonidos de movilidad (Grossman, O’Brien, 2007) y responde a la necesidad de recopilar, analizar y visibilizar las prácticas migratorias mediadas por el cine, entendido como una institución socio-cultural y como un modo de vida (Biletereyst, Maltby, Meers, 2019).
En este contexto, el cruce de caminos entre las migraciones humanas y los archivos fílmicos y audiovisuales deviene un eje central para analizar las formas en las que el cine y los medios audiovisuales han mediado en la construcción de identidades, conflictos políticos y lecturas historiográficas en los diversos fenómenos vinculados con los desplazamientos humanos y las culturas del cine. Así, las recientes (y no tan recientes) aproximaciones al found footage, al cine de apropiación y a la «archivología» (Bonet, 1993; Baron, 2014; Russell, 2018) como formas historiográficas, creativas y narrativas de acercarse a los flujos migratorios representan uno de los pivotes de este número de L’Atalante. Revista de estudios cinematográficos. Por otro lado, el monográfico complementará estas lecturas estéticas con posiciones que amplían y revalorizan el uso de los archivos fílmicos como patrimonio cultural, tanto en términos de exhibición como de acceso. En el caso de los archivos sobre migración, estas visiones expanden los conceptos y valores del papel de las filmotecas más allá de sus tradicionales límites nacionales (Fossati, 2009; García Casado, Alberich Pascual, 2014; Andersson, Sundholm, 2019) y encarnan el otro polo en el que este monográfico se quiere mover. En resumen, el número plantea de qué forma los distintos archivos encuadran, organizan y dan sentido a las migraciones internacionales y cómo podemos intervenir en estos procesos como investigadores y estudiosos de la comunicación.
Algunos de los ejes de trabajo sobre los que se invita a presentar propuestas son los siguientes:
- Estudios de caso de archivos fílmicos y colecciones relacionadas con la migración.
- Cuestiones estéticas y de uso del archivo sobre migración en películas y obras creativas.
- Metodologías de aproximación y ordenación del archivo como repositorio o base de datos sobre filmes y materiales que abordan la migración, incluyendo procesos de digitalización, geolocalización o dataficación de los archivos migrantes.
- El archivo como activador de historia y memoria migrante, tanto a través del uso creativo en películas de reciclaje y metraje encontrado como a partir de la escritura de historiografías críticas que cuestionan las distintas historias locales y nacionales.
- La generación de autoarchivo entre las poblaciones migrantes.
- Experiencias de diseminación, presentación, educación, programación y curaduría de archivos sobre migración.
- Perspectivas decoloniales, post-coloniales, raciales, queer, feministas y/o ecocríticas sobre los archivos fílmicos relacionados con la migración.
- Análisis de los tropos, motivos y narraciones del archivo migrante.
- Estudio de los archivos migrantes como parte de culturas cinematográficas más amplias, que incluyen la circulación y los procesos de recepción de esos archivos.
- Investigaciones sobre los afectos, subjetividades y dinámicas institucionales del archivo migrante.
El número quiere abrir los archivos migrantes a todo tipo de conexiones transnacionales, historiografías críticas y prácticas políticas que reflexionen y actúen sobre los procesos de generación, constitución, preservación y difusión del cine de migración. De esta manera, la propuesta entiende el archivo migrante como un «laboratorio de investigación» (Fossati, Van Den Oever, 2016), invitando a académicos, creadores, archivistas y gestores culturales a compartir sus experiencias sobre los fondos cinematográficos y la migración.
Aceptación de propuestas para la sección Cuaderno: 1 de noviembre de 2021 al 10 de diciembre de 2021.
Fecha de publicación: julio 2022.
Coordinadores: Josetxo Cerdán, Miguel Fernández Labayen y Olga García-Defez
No hay comentarios:
Publicar un comentario