El
objetivo de esta publicación es abordar los debates vinculados a las fake news,
la comunicación y la política en medio de las mutaciones que se producen en las
sociedades contemporáneas. Frente
a este contexto, en el que el mundo se encuentra atravesado por la Pandemia del
COVID-19 y donde muchos países tomaron como medida de prevención el aislamiento
preventivo, social y obligatorio, problematizar el rol de los medios de
comunicación y las redes sociales en la construcción de las noticias se
convierte hoy en un elemento clave para comprender cómo operan las denominadas
fake news en relación a los sistemas políticos y las democracias en
Iberoamérica.
En
este contexto la comunicación enfrenta enormes desafíos en relación a la
política y a la ciudadanía, pero sin lugar a dudas el primer obstáculo es
señalar la complejidad para poder informarnos lo más objetiva y adecuadamente
posible.
Es
por ello que antes de hablar de noticias falsas o desinformación es preciso
reflexionar en torno a la matriz que las habilita. No hablamos de otra cosa qué
de la post verdad; fenómeno social que permite entender por qué este tipo de
noticias circula con tanta facilidad catalizando y orientando la opinión
pública.
En
sintonía con lo mencionado anteriormente, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) advirtió recientemente sobre la “infodemia”, un mal generado por la
sobreexposición a noticias (tanto falsas como verdaderas) sobre la pandemia del
coronavirus.
Además,
nos interesa profundizar acerca de cómo las fake news y la bigdata fortalecen
las polarizaciones e impactan sobre los sistemas políticos de la Región, y en
particular como se han convertido en una herramienta que pone en riesgo a los
gobiernos y a las democracias, habilitando expresiones políticas con tintes de
conservadurismo y autoritarismo a lo largo y ancho del mundo.
En
esta línea, es preciso mencionar, por ejemplo, los procesos de lawfare
acaecidos sobre dirigentes políticos y populares de la región; o las narrativas
mediáticas que gestan en las redes online nuevos espacios públicos –com sus
propias normas de participación que se articulan con las ya conocidas como
medios y calles, plazas- y que permiten la emergencia de ciberciudadanías,
ciber movimientos pero también de los denominados "trolls",
"bots", etc.
En
este marco, es necesario repensar el rol del Estado, y desde allí comprender a
la Soberanía Tecnológica y Digital como un derecho que permite el acceso a
las tecnologías para toda la sociedad.
Esta
toma de postura, implica el alejamiento de la mirada del neoliberalismo que
plantea la autorregulación del mercado, para comprender que la equidad en los
accesos sólo puede lograrse si el Estado interviene activamente con la
promulgación de leyes; pero también, con la puesta en práctica de políticas
públicas.
Plantear
a las tecnologías como una cuestión de Estado, es reconocerlas en sus
complejidades, en sus entramados de poder, en las apropiaciones diferenciadas
que se hacen de ellas y en su vínculo con los usos y prácticas cotidianas.
Entender, en definitiva, que las tecnologías son constitutivas de lo social y,
por lo tanto, inherentemente nunca podrán ser neutrales o asépticas.
Las
tecnologías están determinadas por relaciones de poder que llevan
implícitamente la generación de desigualdades. Si bien no se parte de pensar
negativamente el proceso tecnológico por sí mismo; dichas transformaciones
conllevan en sus entramados, contextos y propuestas, nuevos modos de acceso al
consumo de los bienes simbólicos, que operan como matriz de las desigualdades.
El rol del Estado y las políticas públicas aparecen como superadoras de estos
escenarios de desigualdad social.
Como
profesionales de la comunicación, investigadores e investigadoras, debemos
desentramar los sentidos de lo tecnológico para contribuir a construir
nuestras propias estrategias de diseño, apropiación y uso, que contribuyan a
un consumo más libre y democrático de la información.
En
un contexto donde cada pueblo de la región conoce e identifica a sus verdugos,
estos parecen gozar de castigar a aquellos que no se avasallan ante las violencias
e injusticias y, las fakes news como factor desestabilizador frente a sus
enemigos en las luchas populares y a la necesidad de la regulación de la
comunicación como un asunto de Estado.
En
este sentido, y sin excluir otras temáticas ligadas al campo citado, la
presente convocatoria se dirige a investigadores/as que a través de trabajos
originales contribuyan a la discusión social y académica sobre los siguientes
ejes temáticos:
- Posverdad, noticias falsas y sus influencias en los debates públicos
- Redes online, polarizaciones y algoritmos, participación ciudadana
- Cibermovimientos, medios, plataformas y democracias
- Soberanías tecnológicas y derecho a la comunicación
- Fake news, implicaciones para la democracia y los sistemas políticos en la Región
- Debates académicos sobre fake news
Serán
bienvenidos trabajos originales e inéditos que reflexionen sobre la temática de
la convocatoria en alguno de los ámbitos señalados a partir de revisiones del
acervo teórico existente, que presenten estudios de casos de experiencias de
interés o estudio de campo y otro tipo de investigaciones relacionadas.
Fecha
de cierre de la convocatoria: 2020-10-31
Las
normas de publicación están disponibles aquí.
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