Los escenarios comunicacionales
actuales están atravesados por disputas de poder entre diferentes actores que
pugnan por instalar sus encuadres en torno a los asuntos de interés público.
Los medios de elite, las redes sociales virtuales, los líderes políticos y los
actores sociales —individuales y colectivos— participan activamente de esas
contiendas discursivas por la definición de la situación para construir la
realidad político-social en la que se mueven. En ese contexto, la creciente
importancia que cobra el fenómeno de la desinformación obliga a revisar los
enfoques desde los cuales se analiza la participación e interacción.
Una perspectiva que se ocupe de
describir el “poder de un texto comunicativo” (Entman, 1993, p. 51) atiende al
comportamiento de políticos, periodistas y votantes, desde una aproximación
teórica “integral y multimetodológica” (D’Angelo, 2012, p. 354). Tal noción de
poder implica desestimar la premisa de que los actores estratégicos, los
profesionales de la información y las audiencias son simplemente el reflejo de
realidades políticas y sociales. Por el contrario, las políticas, los temas y
los acontecimientos son objeto de patrones de selección e interpretación que se
definen en negociaciones y disputas y, por ello, pueden modificarse a lo largo
del tiempo (Matthes, 2012).
En esa arena se negocia tanto la
relevancia de los asuntos públicos que dominan la discusión colectiva como un
abanico de enfoques que se ponen en circulación de acuerdo con diversos
problemas. Así, la relación entre las agendas mediática, política y pública
invita a ser conceptualizada como un campo de tensiones en el que se definen
los sentidos de los asuntos públicos, más que como un mecanismo sistemático y
estable de circulación de contenidos. En ese contexto, la exploración
científica de nuevos casos y objetos de estudio se torna imprescindible para
comprender los factores más estables de dicha relación así como las rupturas y
discontinuidades que ponen a prueba los modelos preexistentes.
Asimismo, no es menos relevante la
problematización epistemológica y metodológica del abordaje de los actores,
dispositivos y factores que intervienen en un proceso complejo como lo es la
comunicación humana. Sobre todo, si se lo hace desde una perspectiva que no
pierda de vista su importancia como derecho humano fundamental del cual
depende, en buena medida, la calidad del ejercicio ciudadano.
El objetivo de este número es
indagar y debatir acerca de los diversos aspectos que hacen a la relación entre
la arena política, los medios de comunicación y el espacio público en la
configuración de los mensajes que circulan socialmente. Aunque hacemos hincapié
en el papel que los medios juegan en esta dinámica, la relación que traban los
actores políticos y la ciudadanía resulta ineludible en los procesos de
construcción social de la realidad. En este sentido, la revista Perspectivas de
la Comunicación convoca a la presentación de trabajos que aborden los
siguientes campos de problemas u otros relacionados:
- Definición de los asuntos públicos relevantes en diferentes contextos sociales y políticos
- Análisis de los encuadres circulantes en las comunicaciones oficiales, las redacciones, los contenidos informativos y en la opinión pública
- Vínculos entre los actores sociales que participan de los procesos comunicacionales
- Análisis de coberturas mediáticas de problemas públicos
- Estudios de Framing en medios conectivos y entornos convergentes
- Investigaciones sobre campañas electorales
- Estudios de audiencias
- Diseños metodológicos para el estudio de las agendas y los encuadres
Fecha límite para el envío de
manuscritos: 31 de octubre
Evaluación
Todos los artículos publicados son
evaluados por pares en doble ciego.
Coordinación del monográfico
Natalia Aruguete, Nadia Koziner y
Esteban Zunino
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